Eduardo Tello Larco
TERAPEUTA HOLÍSTICO
Constelador Familiar, Terapeuta en RAKIRAM y Sanación Energética, Canalizador de Guías y Maestros Espirituales, Facilitador en talleres y procesos transformacionales.
Durante muchos años trabajé en mi profesión de informático para algunas de las instituciones financieras más grandes del país y en otros negocios de diferente naturaleza, en estas experiencias pude descubrir como la intensidad del trabajo y las presiones económicas y sociales pueden desvirtuar el sentido de la vida y llevar a la gente a una condición de constante desasosiego. La vida me fue llevando por otros caminos en los que pude descubrir que el mundo es una gran escuela de aprendizaje y nosotros estamos aquí para aprender a ser felices y a amarnos los unos a los otros; que cada uno de nosotros puede crear su propio destino definiendo lo que quiere de la vida y entregando sus esfuerzos a un propósito que le dé sentido a su existencia.
Mi compromiso es acompañar a quien lo necesite en el proceso de descubrir quién ES y cuál es su propósito de vida.
POR QUÉ HAGO LO QUE HAGO
Uno de los momentos más luminosos que he vivido fue, paradójicamente, uno de los más oscuros. Cuando participaba en un taller de crecimiento personal y liderazgo el instructor me hizo una pregunta que me desarmó: ¿Cuál es tu propósito de vida?
“No sé” respondí encogiéndome de hombros. “Tener un buen trabajo, ganar bien” continué. Yo mismo no sabía si lo mío fue más pregunta que respuesta.
El instructor insistió: Sí, sí, pero ¿A qué le apuntas? ¿Qué estás construyendo con tu vida?
Al principio debo reconocer que ni siquiera entendí bien las preguntas, no estaba acostumbrado a ese tipo de reflexiones, pero la luz de su trascendencia estalló en mi cerebro con toda su fuerza y experimenté por primera vez lo que ahora interpreto como un salto cuántico. Todo a mi alrededor se ralentizó y pasó a segundo plano, por unos segundos no fui consciente del peso mi cuerpo en la silla y mi mirada se perdió en el infinito. Me desconcertó descubrir que no tenía respuesta para las preguntas más importantes de mi vida, es más, me sorprendió reconocer que hasta entonces ni siquiera me había planteado siquiera tales preguntas. Sentí un vació profundo y oscuro que me estremeció, pero entonces algo se despertó en mí, no era un pensamiento ni una idea, era algo más grande que lo que hasta entonces había conocido.
Sacudí la cabeza de lado a lado tratando de volver en mí, y mientras el instructor repetía la pregunta a otra persona, me hice el firme propósito de encontrar las respuestas que ahora mi alma buscaba.