TERAPIA SISTÉMICA
Las Constelaciones Familiares son un instrumento terapéutico con visión holística y alcance espiritual desarrolladas por Bert Hellinger. Su objetivo es alcanzar la sanación individual, familiar y colectiva. Se fundamenta en la aplicación de los “Órdenes del Amor” en las personas y dinámicas del sistema familiar a fin de restablecer la armonía que posibilite el pleno desarrollo de los proyectos de vida de sus miembros.
Así como el instinto de los animales los impulsa de forma natural e inconsciente hacia la práctica de ciertas acciones que son propias de su especie. Los seres humanos también actuamos muchas veces guiados por un conocimiento o fuerza inconsciente que puede facilitar o dificultar la obtención de nuestros deseos.
Según el biólogo Rupert Sheldrake, el instinto que posee cada especie animal se encuentra registrado en un campo energético al que llamó Campo Mórfico o Morfogenético y del que cada miembro de la especie toma, de forma inconsciente, el conocimiento que necesita para sobrevivir.
Estos campos mórficos son dinámicos, es decir, su información se actualiza constantemente. Cuando un número crítico de individuos de la especie desarrolla un nuevo conocimiento útil para la vida, este conocimiento se incorpora o “sube” al campo mórfico y se pone a disposición de todos los otros miembros de la especie, aunque estos no hayan vivido la experiencia.
Lo mismo sucede con los seres humanos, nuestra especie tiene su propio campo mórfico, e incluso, cada sistema familiar tiene el suyo propio.
Al igual que el cuerpo físico de cada individuo está influenciado por la genética heredada de sus ancestros, el cuerpo mental y espiritual también están fuertemente ligados a los sucesos y experiencias importantes de sus ancestros que fueron registrados en este campo.
Muchas de las actitudes, características, facilidades o dificultades que tenemos para
conseguir nuestros propósitos pueden ser el resultado de la manifestación espontánea o la aplicación inconsciente de la información afincada en este campo.
Muchos de los elementos relevantes del campo mórfico corresponden a experiencias familiares vinculadas con lo que Hellinger llamó “Los Órdenes del Amor”, que son las leyes que rigen las interacciones entre los miembros actuales y anteriores de la familia. Estos órdenes son:
Pertenencia: Todos tienen derecho a pertenecer a su sistema familiar. Todos son parte sin importar lo que hicieron o dejaron de hacer; si fueron buenos o fueron malos, no interesa, todos tienen derecho a ser considerados parte del sistema.
Jerarquía: Todos tienen un lugar y una jerarquía que se asigna en función del momento en que se integraron al sistema. El que llegó antes tiene mayor jerarquía que el que llega después. En ese sentido, por ejemplo, papá y mamá siempre serán más que los hijos. No importa si los hijos son más inteligentes, más altos, más educados, más guapos, etc.; papá y mamá siempre serán más grandes que los hijos.
Equilibrio entre dar y recibir: En toda relación entre iguales debe haber un equilibrio entre lo que se da y lo que se recibe. Cuando tomamos algo de alguien nos sentimos obligados a retribuir con algo equivalente, al hacerlo nos sentimos libres y podemos seguir con la vida. Este orden no se aplica entre padres e hijos, puesto que los hijos nunca podrán compensar la vida que recibieron de los padres.
Las Constelaciones Familiares posibilitan acceder a la información del campo mórfico del sistema para descubrir el origen y los posibles caminos de solución para aquello que se desee resolver, sanar, soltar o conseguir.
Con la aplicación de los Órdenes del Amor dentro de una constelación se devuelve el orden y la armonía al sistema familiar, se liberan las implicaciones en los conflictos ancestrales y se desatan lealtades a destinos de dolor o fracaso, liberando a la persona de cargar pesos que no le corresponden y así estar libre para construir su propio destino.
Este recurso terapéutico se puede utilizar con gran éxito para atender problemas como como enfermedades físicas o síquicas, traumas, fobias, problemas trabajo o dinero, dificultades en las relaciones de pareja y familia, identificación del propósito de vida y el pleno ejercicio de dones y talentos.
Se puede realizar en forma grupal, individual, presencial o a vía telemática.